Pensar en Sant Sadurní d´Anoia, municipio barcelonés situado en la comarca del Alto Penedés, es pensar en cava; aunque el cultivo de la viña es bastante anterior, fue en el s. XVIII cuando se empezó a elaborar éste espumoso apreciado a nivel internacional. Ahora, esta localidad rodeada de viñedos por todas partes es el mayor productor de cava del país con una diferencia abismal.
Un proyecto vital
En 1987 Ricard Martínez Simón fundó la bodega con un único objetivo; elaborar cavas de calidad prescindiendo de toda la metodología moderna. Así sentó no sólo las bases de los sistemas y procesos que utilizaría, sino también toda una filosofía de trabajo basada en el control del viñedo, las largas crianzas y un proceso de elaboración artesanal minucioso y personaliza do para cada una de sus etiquetas. Este planteamiento pronto dio sus frutos cosechando premios y altas puntuaciones en las guías de vino más prestigiosas. Casi 40 años después, sus hijos, Ricard y Ernest –sumiller y enólogo– respectivamente, han sabido coger el testigo con el mismo espíritu fundacional para perpetuar y ampliar el legado paterno. Ambos se apoyan en su madre, Montserrat, cofundadora junto a su ya fallecido esposo, que además ha dado nombre a dos grandes elaboraciones de la casa, ambas de edición limitada y volumen especial; el Gran Reserva Magnum y el Jeroboam.
Longevidad en burbujas
Una selección minuciosa del fruto de viñedos –con una edad media de entre 20 y 40 años– de xarel. lo y macabeu cultivados a 230 m de altura junto con las variedades chardonnay y parellada, que se encuentran también cercanos a la bodega pero a 450 m altura, son la base de este cava de guarda. Tras la vendimia se realiza la primera fermentación de cada tipo de uva por separado y, a continuación, se determina el coupage, el cual caracterizará y dará su personalidad única a este espumoso. Posteriormente el vino es mezclado con leva duras seleccionadas y con la dosis de azúcar adecuada que provoca la segunda fermentación, ésta se caracteriza por ser individual y natural. Después del tiempo de crianza, tanto el aclarado como el posterior degüelle de cada botella se realiza de forma manual. El resultado es un cava calificado como de guarda superior gran reserva que refleja su espíritu de crianza, con una burbuja fina y persistente que, guardado en óptimas condiciones podrá con sumirse hasta 2023. Rimarts 58 refleja a la perfección el mencionado espíritu de la bodega, pues recoge la esencia más pura y natural de la tierra gracias al cuidado personalizado de cada viñedo y las prácticas artesanales de principio a fin.