Nuevo año, traca final

Para regocijo de foodies, gourmets y aficionados, este año los Reyes han venido cargados: en contraste con las bajas temperaturas, el sector está que arde entre novedades, reaperturas y ampliaciones de negocio.

Una traca final que comenzaba con la apertura de Tomás Tarruella, cofundador del barcelonés Grupo Tragaluz, esta vez sin la compañía de su madre Rosa María Esteva. Ana La Santa (Plaza de Santa Ana,14) ha tomado el hall del moderno hotel Me para ofrecer gastronomía desenfadada y viajera de ajustados precios. ¿La sorpresa? Sus deliciosos y puristas arroces.

Casi a la vez se abría Joselito’s (Narváez, 5), primera tienda con zona de degustación de la prestigiosa marca de Guijuelo. Jamones, paletas y chacinas –con la exclusiva coppa–, cortadas al momento y para llevar junto a piezas frescas como presa o papada. Además, bocadillos y tapas -croquetas, empanadillas…-, en una oferta que promete ampliarse a platos de cocina de más enjundia.

El oriente que no cesa

Llega Distrito 798 (Capitán Haya, 43) de la mano del Grupo Pato Laqueado, en los bajos del hotel Meliá Castilla (antiguo Café Saigón). Hacen honor a su nombre -el barrio vanguardista de Pekín-, con un original mestizaje de Oriente y Occidente: tempura de cocochas de bacalao o bao zi de morcilla de calabaza con pisto manchego... todo en un cuidado comedor.

Amasia (C/ Del Castillo, 16) va aún más allá con la insólita propuesta del chef sueco Andy Boman que une, como en el nombre del recoleto local, América y Asia a mesa y mantel. De Tailandia (sopa Tom Yam King) pasando por México (tacos de cerdo con chipotle) para desembocar, por ejemplo, en el dulzor francés de la crème brûlée de maracuyá.

China también encuentra su espacio en el Tse Yang Dim Sum, que instala barra en Gourmet Experience de El Corte Inglés Castellana, con más de treinta variedades del popular bocado cantonés que le da nombre. Por lo demás, esta ciudad tiene cabida para todo. Sabores, estilos y ambientes se mezclan en un totum revolutum que acaba encajando.

Mario Sandoval (restaurante Coque, Humanes) hace juego y, junto a sus hermanos, lleva la restauración de Columbus (Paseo de Recoletos 37-41), en el nuevo Casino Gran Madrid-Colón, sucursal del histórico de Torrelodones. En el restaurante gastronómico, decorado por Ignacio García de Vinuesa, carta internacional con platos que van desde el ceviche de calamar con papaya al tatin de rabo de toro… todo con el toque del cocinero. Espectacular carta de vinos.

Don Lisander estrena hermano pequeño: Trattoria Manzoni (Bretón de los Herreros, 13) busca la auténtica esencia italiana con recetas tradicionales y una gran variedad de pizzas de fina y crujiente masa hechas en horno de leña.

Treinta variedades de pastas elaboradas en la casa y zona de barra con mesas altas a la entrada. La Qchara de Pachi (Capitán Haya, 50) es el espacio de Joseba Quintana, alma máter de Pachicu Quintana hasta junio de 2011. Tras dos años apartado de la hostelería, vuelve con este bar-restaurante con ricos platos de cuchara y aperitivos como croquetas de chipirón, montadito de solomillo o merluza frita.

Universo gourmet

A Punto (Hortaleza, 64) cumple cuatro años y apaga las velas en un local más amplio: son 400 m2 dotados de las últimas tecnologías. La vocación didáctico-gastronómica de sus propietarias, las expertas Ana Lorente, Sara Cucala y Roberta Bruno, junto al chef Luis Alonso, están muy presentes en su universo gourmet: libros, cursos de cocina, catas de vinos… Incluso cursos culinarios para pequeños chefs de 11 a 17 años.

Juanjo López descubre su número mágico al cumplir su restaurante La Tasquita de Enfrente (Ballesta, 6) medio siglo con el menú “50x50”, con cinco platos seleccionados entre las propuestas clásicas del restaurante al precio de 50 €. Una oferta que durará hasta mediados de este año.

Aldaba (Alberto Alcocer, 5) empieza nueva etapa con importantes cambios: de cocinero, de sumiller y de decoración. Pero no altera su estilo de cocina clásica, ahora con Antonio del Álamo (ex Cuenllas) al frente; el experto Javier Gila se hace cargo de los vinos y José Luis Pereira, impagable maître de alta escuela, sigue en su puesto.

Cerca, El Recuerdo (Comandante Zorita, 6) inaugura zona para picoteo y copas en horario ininterrumpido, desde apetitosos sándwiches a cócteles extra large.

Y que no se entere nadie: en breve abrirá The Hall (Velázquez, 150), donde estaba el antiguo Nodo, de la mano una vez más de Benjamín Calle, mientras el chef Luis Arévalo, uno de los grandes de la cocina nikkei, ultima las obras de su propio restaurante que llamará Keta.

Jesús Santos pondrá las cartas boca arriba en su nuevo Goizeko, situado dentro del nuevo Casino Gran Vía, en el número 24 de esta emblemática calle. Muy próximo está el nuevo hotel Indigo (C/ Silva, 6), en el que Andrea Tumbarello estrena restaurante con su nombre. Ampliaremos puntualmente información.