Entrevista Jean Guillaume Prats
Monsieur Chandon
Autor: Maricar de la Sierra
Fecha Publicación Revista: 01 de febrero de 2015
Fecha Publicación Web: 22 de junio de 2015
Revista nº 466

El vino forma parte del ADN de Jean Guillaume Prats. Nacido en Burdeos, es bisnieto, nieto e hijo de bodegueros y formó parte de la cuarta generación involucrada en la gestión de Château Cos d’Estournel, donde comenzó a trabajar en 1996 y, tres años más tarde, le nombraron presidente. Licenciado en gestión empresarial y finanzas por la Escuela Europea de Negocios, estudió en París, Londres y Madrid, donde vivió dos años, a principios de los noventa.
Le encanta España, cuenta entre sus mejores amigos con el español Telmo Rodríguez –de hecho, Prats le presentó a su mujer– y ambos comparten muchos viajes por nuestra geografía. En febrero de 2013 asumió el cargo de Presidente de Estates & Wines, que abarca todas las empresas y proyectos vinícolas del grupo Louis Vuitton-Moët- Hennesy. Un gran reto que le lleva de Napa Valley a India de China a Argentina; con bodegas tan diferentes como Terrazas de los Andes o Cheval des Andes, Chandon, Cloudy Bay, Cape Mentelle o Newton. Casado y con cinco hijos, vive en París, pero destina un trocito de su corazón a la bodega de Toro Numanthia, la única que el grupo LVMH posee en España. Hasta allí viaja dos veces al año, una de ellas después de la vendimia y antes de la fermentación maloláctica para valorar la cosecha junto al responsable de la bodega, el portugués Manuel Louzada.
La entrevista se desarrolla por la mañana temprano, recién llegado de Shangai, en el madrileño hotel Ritz, donde presenta el Numanthia 2011. Cercano, con sentido del humor, habla muy bien español y sabe muy bien de lo que habla, a pesar del jet lag.
Club de Gourmets. – ¿Cuáles son sus principales retos en su nuevo puesto?
Jean Guillaume Prats. - Muchos y muy diferentes. Tenemos la suerte de contar con una colección estupenda por todo el mundo, de 13 bodegas en 8 países. Se trata de hacer el mejor vino posible con la mejor expresión del terroir y del estilo local, con una combinación de calidad y manejo de estos viñedos con su propia identidad, como una casa única. Cada casa tiene su ADN, su estilo, su dirección propia y su calidad. Acabo de llegar de China donde tenemos dos bodegas, una en Ningxia, en Mongolia interior, con chardonnay y pinot noir; y otra en Tibet, ya en funcionamiento, está es la segunda cosecha.
¿Como son estos nuevos vinos?
Jancis Robinson ha escrito que los vinos de esta zona de China son parecidos a los de Ribera del Duero. No sé si es así. Tengo la impresión que son más estilo de los vinos de Burdeos en una cosecha de mucha madurez, como las del 2009 ó 2010, no me parece que tienen la tonicidad de los vinos de Ribera. Están situados a 180 kilómetros de la frontera con Birmania, en la carretera de Lasa. Son vinos con mucha acidez a causa de la altitud, están a 3.000 metros, pero al sur, en el paralelo 27, a la misma altitud que el sur de Marruecos. Los otros están en Ningxia, una provincia a dos horas de vuelo al oeste de Beiging, donde elaboramos un vino espumante, Chandon.
Tenemos 6 bodegas Chandon en el mundo, es la única marca del mundo de espirituosos que tiene una marca mundial, global, con seis expresiones diferentes, según la región. Tenemos Chandon en Napa Valley desde 1973; en Río Grande del Sur, cerca de la frontera con Uruguay; y por supuesto Chandon Argentina, en Mendoza desde 1979. También tenemos un Chandon en India, en el estado de Maharashtra, a dos horas al oeste de Bombay, donde se elabora según el método tradicional con chemin blanc; un viñedo en Australia y otro en Nueva Zelanda.
¿Su objetivo son los mercados emergentes?
No exactamente. Tenemos vinos por todo el mundo. Por supuesto, los vinos de Australia tienen una mayor penetración en el mercado de Singapur y Hong- Kong que en el mercado de Canadá. Nuestro vino de Napa Valley, Newton, tiene una distribución exclusivamente americana, con un mínimo de exportación a Europa y aún menor en Japón. Cubrimos todos los mercados, pero en los mercados muy vertebrados, como en India o China, tenemos espíritu de aventureros, con una visión de construir para la generación próxima.
Existe la impresión que los primeros vinos del antiguo mundo que fueron al nuevo mundo son los de Rothschild con Opus One, o Christian Moueix, con Dominus o Miguel Torres… pero antes de todo estaba Moët Chandon, en Argentina en 1959 y en Brasil y California en 1973. En el objetivo de Moët Hennessy está construir para el futuro y eso es lo que estamos haciendo en India y China.
¿Dirigidos a un nuevo consumidor de vino?
Por supuesto. El consumo en India y China aumenta cada día y como todo gran mercado hay que tener una producción local. El único que no tiene producción local, un mercado fantástico por cierto, es Inglaterra, a pesar de que los ingleses dicen que eran los dueños de Burdeos y de Oporto.
¿Los vinos de alta calidad han sufrido menos la crisis?
En el caso de China, las nuevas leyes de las autoridades chinas que prohíben los regalos a funcionarios del partido y militares han provocado una parada en los vinos más caros de Burdeos, de España y de California. Pero, al mismo tiempo, la clase media china está comprando vino y el consumo ha subido. Nuestras mejores perspectivas para los dos próximos años están en los Estados Unidos, que es el mercado número uno en valor. También estamos muy fuertes en África, en Nigeria -con un mercado muy grande para Dom Perignon- Ghana, Sudáfrica, Kenia, Tanzania, Marruecos, donde se consume vino y confiamos que sean un gran mercado en el futuro, siempre con vinos con la mejor relación calidad-precio.
En España ¿por qué se inclinaron por Toro?
Había tres opciones. La primera opción era hacer un proyecto tan personalizado como los de Álvaro Palacio, Telmo Rodríguez o Peter Sisseck, pero es muy difícil para un gran grupo internacional como lo es LVMH. La segunda opción era comprar una bodega grande en Rioja o Ribera, pero optamos por la tercera, un proyecto emprendedor, siempre dentro de nuestra visión que cada casa es única, individual pero siempre manteniendo como estandarte la gran atención en la calidad.
Entre toda la colección de LVMH, ¿cuál es el valor añadido de Numanthia?
Claramente, que no hay ningún otro lugar en el que se pueda elaborar vino a partir de viñas tan viejas.
¿Cómo es Numanthia 2011?
Es una evolución de su estilo. Los vinos de Numanthia de hace 5 ó 6 años estaban elaborados de manera más tradicional. Hemos cambiado un poquito, con una maceración más corta para que se puedan beber antes.
Vinos para un consumidor joven, quizá no en España, pero sí en el mercado internacional. Vinos que se pueden apreciar dentro de 3, 4 ó 5 años, no en 15 años. En general, la tendencia en el mundo del vino es hacia vinos con menos madera, menos alcohol y fruta mejor definida, justo lo que España está haciendo y también el estilo hacia el que va todo el mundo.
¿Como se comporta Numanthia en los mercados internacionales?
Estoy muy satisfecho con la proyección de Numanthia. Manuel Louzada viaja mucho desde Toro hace un trabajo fantástico en Estados Unidos, Canadá, en Inglaterra, en Suecia y en Japón, donde se aprovecha la fuerza de Moët Hennesy.
¿Hay posibilidad de otras inversiones del grupo en España?
Puede ser, aunque no nos planteamos nada que no sea de muy alto nivel.
¿Qué sabores ha disfrutado más en todos sus viajes por el mundo?
En las últimas navidades en Argentina, en Ushuaia, el cordero asado de la Patagonia con un malbec de alta gama. En Haro, en el restaurante Terete, con mi amigo Telmo Rodríguez, tomando unas alcachofas. En vinos, bebo manzanilla con bastante frecuencia; y también Termes, que es la etiqueta con mejor relación calidad- precio de nuestra colección. Pero también otras cosas muy diferentes, para no aburrirme.
¿Con que acompañaría Numanthia, Termanthia y Termes?
Termes con un queso manchego, para empezar. Termanthia con un queso de pasta blanda, pero no con postre. Numanthia con un cordero asado que me gusta mucho.
Una de sus aficiones es el Real Tennis, ha sido varias veces campeón
Si, el Jeu de Paume, es un juego que nació en Francia y es la base de todos los juegos de pelota del mundo, del tenis al squah o al badmington. Creo que soy campeón porque lo juega muy poca gente.
Me despido de Jean Guillaume Prats entre risas por su “humildad” ante el juego de pelota. Solo estará 24 horas en Madrid y su agenda está repleta, aunque es muy de agradecer que no haya demostrado ninguna prisa durante la entrevista.