Viaje a Sudáfrica

Salvaje y Sofisticada

Autor: Enrique Domínguez Uceta
Autor Imágenes: Enrique Domínguez Uceta
Fecha Publicación Revista: 01 de octubre de 2013
Fecha Publicación Web: 18 de julio de 2017
Revista nº 450

Toda la fascinación del África subsahariana se condensa en el esplendor natural de Sudáfrica, donde es posible contemplar la gran fauna de la sabana y la de su costa, con ballenas, leones marinos y tiburones blancos. La variedad humana incluye zulúes, xhosa, shoto, tsonga, bosquímanos, que conviven con los descendientes de los holandeses que dominaron el país, levantaron ciudades de estilo europeo, y llevaron las viñas con las que elaboran los mejores vinos del continente. El largo aislamiento de la sociedad de los blancos fomentó la creación de lugares de lujo para uso propio en el interior del país.

Tras desaparecer el apartheid se ha mantenido la tradición de extremo refinamiento en sofisticados hoteles, spas, centros de wellnes y restaurantes que hacen del país un gran destino para viajes de placer.

Sudáfrica es un santuario de vida salvaje que cuenta con un millar de reservas naturales. En cabeza se sitúa el descomunal parque Kruger, que acoge 7.000 elefantes, 30.000 búfalos y asegura el avistamiento de los big five, león, búfalo, rinoceronte, elefante y leopardo, en sus dos millones de hectáreas.

Los mejores safaris se realizan en las reservas privadas anexas al parque, como Ulusaba, Londolozi o el fastuoso Singita Lebombo, elegido a menudo como el mejor lodge del mundo. En ellas se ofrece una espectacular calidad de alojamiento y gastronomía en plena naturaleza, junto a los ríos donde abrevan los elefantes.

Un viaje por el país debe incluir tres capitales, la económica en Johannesburgo, la administrativa en Pretoria, y Ciudad del Cabo, sede del poder legislativo y de la buena vida. También Durban merece una visita, en la costa del Índico, donde predomina la comunidad india, rodeada por el territorio de los zulúes, la etnia más numerosa del país.

Capital de mil caras

Johannesburgo es la puerta de entrada al país más rico de África. La ciudad se levantó sobre una gigantesca mina de oro descubierta en el siglo XIX, y se formó sumando barrios que aparecen separados por las autopistas.

En el mar de casas bajas emergen las torres de oficinas de varios centros de negocios, con la animación concentrada de tiendas y restaurantes en grandes áreas comerciales como Sandton, donde el ambiente es el de los mall occidentales con alto nivel de consumo.

La otra cara de la ciudad se puede conocer visitando Soweto, el barrio de mayoría negra famoso por su lucha contra el apartheid. Existen visitas organizadas para conocer sin riesgo la realidad de un barrio con cuatro millones de personas, famoso por tener una calle en la que han vivido dos premios Nobel de la Paz, Desmond Tutu y Nelson Mandela.

En Johannesburgo hay una ruta de excelencia gastronómica que se inicia en el restaurante clásico Le Canard (163 Rivonia Rd, Sandton), donde su propietaria, Freda Appelblaum, recibe a las personalidades que visitan el país. La cocina contemporánea brilla en locales vanguardistas como DW Eleven-13 (Shop 11-13, Dunkeld West Shopping Centre) y en el Five Hundred (36 Saxon Rd, Sandhurst) de sofisticación extrema, servicio magnífico y admirables presentaciones. Hay que mencionar la presencia en la capital de un Carnivore (69 Drift Blvd, R114), ideal para probar cocodrilo, cebra, jirafa, y diferentes tipos de venados y gacelas.

A 60 km de Johannesburgo se encuentra Pretoria, capital administrativa y sede del Ejecutivo. Es la ciudad soñada por Kruger, el primer presidente de Suráfrica, que levantó un extenso conjunto de arquitectura colonial y llenó sus calles de jacarandas, los árboles de flores rojizas que inundan de color los barrios de diplomática elegancia.

Al noroeste de las dos ciudades, en pleno desierto, se levanta Sun City, un complejo vacacional convertido por sí mismo en destino turístico. Situado en el cráter de un volcán apagado, al incomparable hotel de lujo de fantasía oriental, The Palace of the Lost City, suma el casino, una reserva natural, y un campo de golf famoso por su hoyo no 13, Crocodile Hole, donde la bola puede terminar entre gigantescos cocodrilos.

La joya de África

En el extremo austral del continente, cerca del Cabo de Buena Esperanza, en un emplazamiento incomparable, los holandeses fundaron Ciudad del Cabo en 1652. Hoy es capital legislativa del país, un modelo de convivencia étnica, una de las urbes más hermosas del mundo, el estandarte de la sofisticación en vinos y restaurantes, y la ciudad con mayor calidad de vida de toda África.

Tres millones y medio de personas viven en torno al centro histórico, el más importante de la nación, cuajado de edificios victorianos con casas del estilo colonial holandés del Cabo. Posee un barrio malayo, varias townships, suburbios de población negra, y un centro de lujo y animación en torno al Victoria & Albert Waterfront, construido en el puerto, lleno de hoteles, centros comerciales y restaurantes.

Un teleférico sube hasta la parte alta de Table Mountain, una meseta que se eleva mil metros desde el mar a espaldas del casco urbano, dominando el panorama de la ancha bahía. Si Ciudad del Cabo es bella, su entorno resulta deslumbrante, con playas ideales para el surf, barrios residenciales que recuerdan a California, una colonia de pingüinos en Boulders, excursiones a la isla de los lobos marinos desde el puerto de Hout Bay, y la Reserva Natural del Cabo de Buena Esperanza. Quien persiga emociones fuertes puede buscar al tiburón blanco que frecuenta el litoral.

Además, posee la variedad gastronómica sudafricana y las cocinas de todos los inmigrantes que llegaron a su puerto. Los colonos holandeses aportaron el biltong, carne curada en sal, y el hoenderpastei, el pastel de pollo típico de los afrikáneres. Los emigrantes indios llevaron sus samosas y curries, y los malayos el bobotie, un sabroso pastel de carne. Los sosaties, brochetas a la parrilla de carne de cordero marinada con vegetales, y el popular tomato bredie, un estofado de cordero con tomate.

La costa provee ostras, langosta, mejillones, camarones, atún, y pescados frescos locales como el kingklip o el kabbeljou. Quien se aventure con ingredientes insólitos puede probar masonja, las sabrosas larvas de mariposa del mopane tostadas.

Para degustar comida étnica en Ciudad del Cabo es recomendable el bullicioso Gold (15 Bennett St), donde se sirven Boerewors, las populares salchichas de res o cordero. En todo el país se celebran parrilladas, Braaivleis, al aire libre, como la de Mzoli’s (Shop 3, NY115, Gugulethu), un local informal y auténtico, lleno de sudafricanos y turistas, donde cada uno prepara la carne a su gusto en la parrilla comunal. Es un ejemplo del Shisa nyama, la barbacoa local, próxima a una carnicería, en la que se reúnen familias y amigos.

Los grandes chefs se han formado en la vanguardia de otros continentes, pero trabajan con el aliciente de unos precios de asombrosa moderación. El mejor restaurante en Ciudad del Cabo es The Test Kitchen (375 Albert Rd, Woodstock) donde Luke Dale-Roberts ofrece un valioso menú de 5 platos, con vinos incluidos, por sólo 50 €.

Más asequibles resultan otros grandes fogones, como el espléndido Aubergine (39 Barnett St), el singular Hemelhuijs (71 Waterkant St), el premiado Bistrot Bizerca (98 Shortmarket St), o La Mouette (78 Regent Rd) con menú degustación de 6 platos con vinos por 23 €.

Gastronomía entre viñedos

Ciudad del Cabo aparece rodeada por los míticos viñedos de los valles de Constantia, Stellenbosch, Paarl y Franschloek, cuna de los grandes vinos sudafricanos. Son preciosos pueblos de arquitectura holandesa donde las bodegas históricas se han convertido en complejos de placer con hoteles y fantásticos restaurantes de autor.

Es el caso de las bodegas Steenberg, cuyo Bistro Sixteen82 acompaña el menú con sus propios vinos. En Constantia, las mejores cocinas se encuentran en 5 Rooms (Alphen Hotel), en La Colombe (Constantia Uitsig), y en The Greenhouse (The Cellars-Hohenort Hotel). La bodega Klein Constantia ha recuperado el mítico vin de Constance que competía con el tokay húngaro.

Stellenbosch posee entre sus viñedos la mejor colección de grandes restaurantes en África. Locales como Rust en Vrede (Annandale Rd), escogido entre los mejores del mundo, Jordan Restaurant (Stellenbosch Kloof Rd), Overture (Annandale Rd), o Terroir (Kleine Zalze Wine Estate). Los cultivos se extienden por los valles de Paarl y Franschloek, con grandes bodegas como Bochendal, o Thelema, cuna de la variedad de uva autóctona pinotage.

Franschloek acoge The Tasting Room en Le Quartier Français (Corner Berg & Wilhelmina Street), donde despliega su enorme talento Margot Janse, que ha alcanzado reputación mundial.

Este firmamento enogastronómico es el placentero legado de la unión del clima mediterráneo de la región de El Cabo y la presencia de europeos desde el siglo XVII, y ha venido a sumarse a la riqueza y variedad del país que se expresa en su bandera, donde cada color tiene significado.

El blanco es la unión de las razas, el rojo la sangre derramada en una historia violenta, el azul del mar y del cielo, el verde la fertilidad de su naturaleza, el dorado evoca el oro y las riquezas minerales, y el negro expresa la unión de las tribus nativas de un territorio espectacular conocido como el país del arco iris.

Guía práctica

Dónde comer

Le Canard

Johannesburgo

El restaurante más prestigioso y clásico de la ciudad, donde la cocina tradicional alcanza un alto nivel.

DW Eleven-13

Johannesburgo

Desde 2009, consolidado como elemento imprescindible de la nueva cocina sudafricana, uniendo tradición y creatividad.

Five Hundred

Johannesburgo

Opción de extrema sofisticación con cocina de máxima frescura y calidad.

The Test Kitchen

Ciudad del Cabo

Ambiente conceptual y experimental para el talento y creatividad de Luke Dale- Roberts.

Rust en Vrede

Stellenbosch

Maestría en preparaciones complejas para sus deliciosos menús de 4 y 6 platos. Bodega y servicio extraordinarios.

The Tasting Room

Franschhoek

El talento de la chef. Margot Janse ha logrado reconocimiento internacional con su mezcla sutil de cocina occidental y africana.

Dónde dormir

54 on Bath. 

El antiguo The Grace cambia de nombre y estilo manteniendo su gran calidad en el selecto barrio de Rosebank. Desde 279 €.

Sandton Sun & Towers Inter Continental

Johannesburgo

Máxima calidad en Sandton, un centro de animación de alto nivel, lleno de tiendas y restaurantes de lujo. Desde 213 €.

The Table Bay

Ciudad del Cabo

Excelencia en instalaciones y servicio en la seguridad y animación del Victoria & Alfred Waterfront. Desde 436 €.

Cape Grace

Ciudad del Cabo

Escogido como mejor hotel del mundo, el servicio es insuperable, en el corazón del Victoria & Alfred Waterfront. Desde 356 €.

Steenberg

Ciudad del Cabo

Excelente conjunto de hotel, bodega, wellness y restaurante en una magnífica finca rodeada de viñedos. Desde 257 €.

Singita Lebombo Lodge

Parque Kruger

Reserva privada junto al Parque Kruger, escogida en varias ocasiones como mejor lodge del mundo.

 

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