Entrevista Marisol Bueno

El albariño que sabe envejecer

Autor: Maricar de la Sierra
Autor Imágenes: Pazo de Señorans
Fecha Publicación Revista: 01 de marzo de 2016
Fecha Publicación Web: 24 de agosto de 2017
Revista nº 479

Es serena y reposada. Pero su vida y sus 25 años al frente de Pazo de Señorans dan idea de su fuerte personalidad y tesón, pero también de su capacidad conciliadora. Bióloga, junto a su marido Javier Mareque, descubrió el albariño y comenzó a elaborar vinos blancos en el valle del Salnés, a finales de los ochenta. En unos años en que era una rara avis en el mundo del vino, fué presidenta de la DO Rías Baixas durante 21 años.

Firme defensora del albariño y su capacidad de envejecer, lo demostró con su Pazo de Señorans Selección de Añada, que se estrenó con la cosecha de 1995: 14 meses de crianza en depósito de acero inoxidable con sus lías. La añada actual,  2007, con 30 meses y un año en botella, se ha considerado el Mejor Vino Blanco de España en la XXXII edición del Internacional Wine Challenge. Ahora estrena Pazo de Señorans Colección y aún quedan muchos retos para el futuro.

Club de Gourmets. 25 años, ¿qué sensaciones le produce este aniversario cuando mira hacia atrás?

Marisol Bueno.- Soy poco nostálgica, pero recuerdo que cuando empezamos, no estábamos seguros de si nos íbamos a meter en una cooperativa o montar una bodega. Las decisiones que hemos ido tomando a lo largo de estos años en relación a la bodega, encontrar a la enóloga, Ana Quintela, que lleva con nosotros desde el año 91. Entrar en el mundo de la comercialización, del que no teníamos ni idea. Han sido muchos años de aprendizaje.

¿Pazo de Señorans fue un amor a primera vista?

Sí, sobre todo de mi marido, que se empeñó en comprar esa finca y, como no tenía tiempo para ocuparse, me tocó a mí hacerlo. Pero yo he sido una auténtica enamorada, con todo lo que ello supone.

Algo habrá influido que sea bióloga.

Algo me ayudó porque aunque no tenía conocimientos de agricultura, sí un conocimiento técnico y una base para poder entender lo que pasaba y por qué pasaba.

La segunda presidenta de la DO y la primera mujer, ¿se considera una pionera?

No. Estaba allí e hice mi trabajo. Es verdad que entonces había pocas mujeres en el mundo del vino, pero no tuve ninguna dificultad. Todas las mujeres somos conciliadoras y eso me ayudó mucho sobre todo en la primera etapa como presidenta, había muchas tensiones porque se quería hacer tres denominaciones en lugar de una.

Gran defensora del albariño y de su capacidad de envejecer, ¿el tiempo le ha dado la razón?

El tiempo me ha dado la razón, cada vez más. Incluso con el vino del año. Hemos sacado una nueva línea de vino del año con tres años en botella y está buenísimo. Los grandes vinos y las grandes variedades son las que envejecen bien y el albariño es un gran vino y una gran variedad.

¿El mercado acepta ya un albariño de añadas anteriores o sigue reacio?

El mercado conocedor, sí, el que tiene interés en el mundo del vino y en conocer cosas nuevas. Cada vez se  acepta más, lo entienden más personas.

¿Y Pazo de Señorans Colección?

Que es una realidad la capacidad de envejecimiento del albariño, cuando el vino está bien hecho y bien cuidado. Un algo más, sobre todo para nosotros que trabajamos con una sola variedad, un vino diferente, muy elegante y sutil, ha mejorado muchísimo pero se mantiene fresco.

¿Quedan muchos retos con el albariño o ha tocado techo?

No ha tocado techo en absoluto, en realidad todavía es un bebé. Cuando yo empecé en el año 86 era una variedad absolutamente desconocida, que se elaboraba de la forma más rústica alrededor de Cambados, ni siquiera se consumía en toda Galicia. Queda mucho por conocer en viticultura y en enología, cada año seguimos investigando y queda que muchísima gente nos conozca y nos entienda.

Sorprende que sea una de las variedades más plantadas en el mundo.

A mí también me sorprende. Es una gran variedad. En el mundo hay muchos buenos vinos tintos y no tantos buenos vinos blancos. Los vinos blancos en el mundo siempre están hechos con las mismas variedades, chardonnay, sauvignon... albariño presenta una  variedad diferente, original y notable; creo que es lógico que mucha gente intente apostar por ella.

Y adaptable...

Eso está por ver. Yo los que he probado no están bien. En nuestro caso tenemos una climatología con adecuada temperatura, muchas lluvias y un suelo de granito puro y con poca materia orgánica, muy especial; tendrían que repetirse unas condiciones parecidas.

Se abastecen de 80 hectáreas propias y el resto procede de 150 viticultores, ¿no es complicado llegar a un acuerdo, especialmente en años malos?

Ha sido muy difícil. Pero nosotros al cabo de muchos años hemos establecido dignas relaciones. Compramos a las mismas familias, siempre llegamos a un acuerdo, tengan lo que tengan. Pero claro, en Galicia todo es muy complicado, primero porque todo es manual; segundo porque las parcelas son muy pequeñas, además hay mucha gente mayor y hay que ir a recogerles las uvas; llevarles las cajas a todos... La vendimia es muy complicada, tiene un trabajo que no tiene en ningún otro sitio.

Y muy costoso...

Sí porque para empezar tienes que pagar la uva suficientemente bien para que esos agricultores no abandonen porque es caro cultivarla. Si en el resto de España tienes que pasar el tractor tres veces al año, en Galicia cada diez días; si hay que dar tres tratamientos, nosotros muchos más.

La vendimia siempre manual, es impensable hacerlo de otra manera, mientras en otros lugares de España ya no lo es. Sí es gravoso, pero lo importante es llegar al punto de trabajar por la calidad y que la calidad del vino soporte todos esos costes.

Han ampliado la bodega y doblado la capacidad de almacenamiento, ¿nuevos proyectos?

No tenemos vocación de ser una bodega demasiado grande pero sí de aumentar, con el tope en quinientas mil botellas; estamos en trescientas mil, pero siempre sin olvidar nuestro trabajo de calidad y nuestro precio y que sea el mercado el que nos vaya pidiendo más para llegar a ese tope.

¿Nuevos productos?

Estamos intentado hacer un vino dulce aunque todavía no nos sale, trabajaremos en ello. Pero siempre productos de calidad porque cuando sacas al mercado un producto no suficentemente estudiado no sólo te cierras tu camino sino el de mucha otra gente que podría seguir esa línea.

También elaboran orujos.

Empezamos en 1993 porque antes no teníamos tiempo. Es un producto de alta calidad que no es rentable para la bodega, pero creemos que es un producto tradicional y merece la pena conservarlo, aunque está en horas bajas porque todavía se vende muchísimo aguardiente fraudulento y sin etiqueta. Hacemos 40.000 botellas al año, blanco y de hierbas, no hacemos licores. Quizá un poco también por romanticismo.

Su hija ya trabaja con usted; ¿qué aporta la segunda generación al albariño?

Tienen ideas nuevas, son otra generación, ven el mercado y la elaboración desde otro punto de vista quizá más adecuado a estos tiempos. Espero que consigan que el mundo del albariño crezca y nuestra empresa también.

¿Le molesta que comparen su albariño con un riesling?

No, si es bueno no me molesta. A mí me gusta mucho también el riesling, aunque no tienen nada que ver, ni morfológica ni genéticamente, pero sin embargo hecho el vino, recuerda bastante.

¿Y el futuro?

Sigo en mi bodega, que me da muchísimo trabajo y le dedico mucho tiempo. Ahora lo consulto con mi hija Vicky. Es fácil y difícil a la vez, tiene sus dificultades trabajar con los hijos.

Un privilegio pasear por esta preciosa finca de la localidad pontevedresa de Meis, con una casa solariega del siglo XVI, la capilla, uno de los mayores hórreos privados de Galicia, o la antigua bodega con lagares de piedra, que merece la pena conocer.

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