Viaje centro de Portugal
Esencias placenteras
Autor: Enrique Domínguez Uceta
Autor Imágenes: Enrique Domínguez Uceta
Fecha Publicación Revista: 01 de abril de 2015
Fecha Publicación Web: 01 de abril de 2014
Revista nº 456
Desde la Serra da Estrela a las costas del Atlántico, el terreno desciende de las montañas a las playas, entreverando bosques y campos que se llenan de flores en primavera, en un espacio repleto de tradiciones e historias. Un puñado de buenos restaurantes y hoteles exquisitos permiten sumergirse en una tierra auténtica y disfrutar de la calidad de sus productos, con la sensación de ser descubiertos por el viajero.
En cada detalle, el centro de Portugal transmite armonía y alegría de vivir en un paisaje mediterráneo por su suavidad y calor. Los tres grandes ríos, Tajo, Duero y Dão, riegan una campiña amena que se expresa en las rojas cerezas que se recogen en junio, en las fragantes manzanas de Bravo de Esmolfe, en el aceite de la Beira Baja, en los viñedos de Dão y de Bairrada, en el perfume del pan de sus tahonas, y en la cremosa firmeza del queso de la Serra da Estrela. La repostería portuguesa brilla en cada ciudad y pueblo con obras maestras en los ovos-moles de Aveiro, semejantes a nuestras yemas, y en el bizcocho de Ovar, el pão-de-ló.
Coimbra monumental
El Centro de Portugal despliega una fascinante tentación próxima a España en la colección de sus castillos de frontera y en las aldeas históricas de granito y pizarra, como Castelo Rodrigo, Almeida, Sortelha o Marialva, que se levantaron a lo largo de la línea divisoria de los dos países. A poco más de una hora del paso fronterizo de Fuentes de Oñoro se encuentra el corazón de la región, formado por las cuatro ciudades principales, Coimbra, Aveiro, Viseu y Guarda. Coimbra es el gran núcleo monumental del grupo.
La primera capital histórica del país apiña sus casas a orillas del río Mondego y aparece coronada por la mole y la torre de su Universidad, entre de las más antiguas de Europa, que guarda la joya de su Biblioteca Joanina, barroca del siglo XVIII, una de las más bellas del mundo.
La ciudad burguesa decimonónica se extiende en la parte baja, donde la rua Ferreira Borges aparece llena de tiendas y de animación. Merece la pena llegar a la puerta de Almedina, entrar en la ciudad vieja y tomar la rua Quebra Costas, cuyas escaleras “rompe espaldas” ponen a prueba a quienes suben hasta la catedral vieja, considerada el mejor edificio románico de Portugal.
Entre los palacios de Coimbra destaca la Quinta das Lágrimas, una mansión rodeada por exuberantes jardines, que guarda una historia de amor excepcional. El infante Pedro de Portugal se enamoró de la noble gallega Inés de Castro, con quien tuvo cuatro hijos antes de que fuese asesinada para impedir que llegara a reinar en Portugal.
Cuando el infante subió al trono desenterró a su amada para que fuera reconocida como su esposa y reina, obligando a los nobles a besar la mano del cadáver. La historia mitifica el palacio donde tuvieron lugar los hechos, convertido ahora en espléndido hotel de lujo con el mejor restaurante de Coimbra, Arcadas, que combina con acierto tradición y modernidad.
La cocina de Coimbra recibe del Atlántico cercano las ricas sardinas albardadas y el revuelto de lascas de bacalao a la brasa con aceite de oliva, ajos fritos y patatas. Los productos de la montaña se expresan en la caldereta de pierna de cabra con vino tinto al horno, y en el delicioso cochinillo asado al estilo de Bairrada, de donde procede también uno de los mejores tintos portugueses. Para probarlos, se puede elegir entre A Taberna, con su menú de platos clásicos, y Loggia, con agradables vistas sobre la ciudad y el río.
La Venecia portuguesa
Aveiro no se parece a ningún otro lugar de Portugal. Una hermosa ría penetra en el interior del territorio y da lugar a una albufera llena de vida. La ciudad se construye sobre los canales y en ellos navegan las barcas moliçeiras que se utilizaban para recoger algas en la marisma. Tierra y mar, aguas dulces y saladas, forman parte de la vida de una ciudad de pescadores y comerciantes, que mezcla el arte barroco con el voluptuoso art nouveau, y una universidad con obras de arquitectos modernos, entre ellas la Biblioteca de Álvaro Siza.
El puerto convive con la Reserva Natural das Dunas de São, y la arena forma largas playas frente al Atlántico en barrios como Costa Nova, con sus casas listadas de blanco y colores puros, ofreciendo una imagen de ocio y veraneo que certifica el sutil paralelismo con Venecia.
La íntima relación de Portugal con el bacalao salado tiene en Aveiro su mejor escenario. En el siglo XIX, su flota pesquera toma el camino de Terranova para capturar el pescado que, salado, era consumido de manera masiva en Portugal hasta convertirse en seña de identidad de su gastronomía. Cerca de Aveiro, en Ílhavo, se puede visitar el modélico Museu Marítimo, dedicado a la historia local de la pesca del bacalao y a la vida de los marineros del entorno de Aveiro.
La Cofradía Gastronómica del Bacalao de Ílhavo guarda la memoria del oficio y la pureza de su tradición culinaria, y un lugar tan modesto como el restaurante Bela-Ria es una excelente opción para probarlo de mil maneras, y conversar con viejos marineros y patrones que han realizado docenas de campañas en Terranova.
Aveiro es famoso por su pescado fresco, y las brochetas de mejillones o de raya con salsa pitau de aceite, ajo, pimentón y vinagre. Su territorio acuático provee de lampreas, patos y anguilas que se toman en caldereta o en escabeche. Es recomendable el pequeño y delicioso restaurante O Bairro, donde preparan un sabroso bacalao escalfado en aceite virgen, un buen arroz de peixe e marisco à bairro, y el pescado del día adquirido en la inmediata Praça do Peixe, el mercado que se cobija bajo una cubierta de hierro de Eiffel.
Embutidos con trampa
Viseu ocupa el corazón del Centro de Portugal, y posee un centro histórico cuyas piedras combinan la firmeza de su estructura medieval y la sinuosa sensualidad de sus trazados barrocos. La plaza da Sé es una plataforma rodeada por la iglesia de la Misericordia, la catedral y el maravilloso museo del Graõ Vasco, y por un amplio balcón sobre el paisaje verde.
La plaza vecina, la de Dom Duarte, invita a pasear por calles llenas de tiendas de ultramarinos, floristerías y artesanía. En Viseu hay que acercarse a los fogones de Maria Xica, donde preparan los productos locales, cogumelos recheados (champiñones rellenos), morcela com maça confitada, calamares, pulpo rebozado, salada de bacalhau com grão, o los ovos mexidos com alheira, un revuelto de huevo con alheira, el embutido que sustituía la carne de cerdo por ave o conejo.
La consumían los cristianos nuevos de origen judío para ocultar su condición y aparentar que comían cerdo. Muy recomendable el restaurante A Muralha da Sé, cuya cocina tradicional de la ternera Arouquesa muestra la calidad de las carnes locales, entre ellas la ternera de Lafões y el cabrito de Gralheira.
En el Centro de Portugal se produce el vino de Dão, una de las referencias de mayor interés del país por su fuerza y sabor, pleno de carga frutal. El enoturismo tiene etapa obligada en el Paço dos Cunhas de Santar, para conocer los vinos de la región, entre los que destacan los de Casa de Santar, la bodega más antigua de la zona, que siempre ha estado en manos privadas y ha mantenido la producción de autor de sus caldos.
Sus bellas instalaciones incluyen las ruinas de un edificio restaurado con hermosos jardines y un palacio del siglo XVII en el pueblo. El centro ecoturístico permite degustar los vinos tintos de calidad, elaborados con uvas Touriga Nacional y Tinta Roriz, cuya potencia y acidez son apropiadas para acompañar los poderosos platos locales, y descubrir interesantes vinos espumantes y dulces, de cosecha tardía.
El sabor de la frontera
Cerca del límite con Extremadura se levantan tierras altas y pedregosas, protegidas por castillos de frontera, fuertes y orgullosos, que dominan vastos panoramas salpicados de aldeas históricas detenidas en el tiempo. Los olivos, el matorral y el bosque dialogan con el granito y la pizarra de las casas en un fascinante minimalismo matérico, en pueblos como Almeida, Castelo Rodrigo, Sortelha y la encantadora Marialva, con casas de piedra al pie de su fortaleza árabe.
Varias residencias antiguas se han rehabilitado con todas las comodidades para formar las habitaciones dispersas de un hotel singular, Casas do Côro, agrupadas en torno a la casa central, donde un estupendo restaurante tradicional ofrece también los vinos de sus propias bodegas. La mezcla de lujo rural, tranquilidad y belleza lo han convertido en refugio recóndito de artistas, financieros y famosos que aprecian su exquisita lejanía.
Imprescindible para encontrar el firme lazo que une tradición y modernidad en la gastronomía local es la visita a la Casa de Ínsua en Penalva do Castelo, un espectacular palacio campestre que fue hacienda agrícola, ganadera y vinícola.
Desde sus terrazas y balcones, convertidos ahora en hotel de lujo, se contemplan los jardines de setos y camelias y las tierras de labor, pero también la bodega y las plantaciones aromáticas de su excelente restaurante.
El chef Paulo Cardoso ha reunido a grandes colegas portugueses para elaborar un menú basado en el delicioso queso de la Serra da Estrela, una torta de leche de oveja cuajada con cardo, semejante a nuestra Torta del Casar. Casa da Ínsua cuenta con sala de cata de sus vinos, también elabora su propio queso y sus dulces, ofreciendo la posibilidad de conocer y seguir el completo proceso de producción.
En el Centro de Portugal, la belleza del paisaje se une a la riqueza de sus campos y a las suaves temperaturas para hacer del territorio un jardín secreto donde florece la alegría de vivir y los placeres gastronómicos. Cuando la primavera llega, el sol baña uno de los rincones más ricos, auténticos, tranquilos y discretos del país vecino, que recibe con los brazos abiertos y la mesa puesta a los viajeros.
Guía práctica |
Cómo llegar Aeropuertos próximos en Lisboa y Oporto. Paso fronterizo de Fuentes de Oñoro (Salamanca). Desde allí, 72 minutos a Viseu, 110 a Aveiro y 130 a Coimbra. Información |
Dónde comer Coimbra Situado en la Quinta das Lágrimas, está considerado el mejor restaurante de Coimbra. Desarrolla una cocina moderna con productos de la zona. Buena bodega. Restaurante Hotel Casa da Ínsua Penalva do Castelo Oferta gastronómica de primer nivel donde el chef Paulo Cardoso trabaja de manera cuidadosa los buenos productos del entorno. Buena bodega de vinos de Dão. Marialva Cocina autóctona dirigida por la propietaria. La casa dispone de bodega con vinos propios y organiza actividades enológicas. Aveiro Especializado en pescado fresco, arroces y bacalao, ofrece cocina de mercado de calidad en un pequeño local inmediato al Mercado de Pescado. Viseu Cocina local de calidad a partir de productos de la comarca, con carta repartida entre pescados y carnes. Su Tábua da Xica permite degustar las especialidades en formato tapa. Viseu Local de cocina tradicional, en el que destacan la tabla de embutidos, el polvo dourado com migas y la carne de raza arouquesa. Bela-Ria Restaurante Gafanha de Aquém Restaurante sencillo donde Jorge Pinhão se especializa en preparaciones de bacalao a la manera popular de los pescadores. |
Dónde dormir Aveiro Céntrico y exquisito, cuidado con esmero hasta el último detalle, ofrece habitaciones tematizadas y un servicio profesional y atento. Opción de servicio gourmet en la habitación. Doble con desayuno desde 97,50 euros. Coimbra Edificio histórico con ampliación moderna convertido en alojamiento de lujo. Rodeado de bellos jardines propios, cuenta con excelente restaurante, salones en la parte antigua y spa. Doble con desayuno desde 144 euros. Marialva Un pueblo remoto ha convertido sus casas de piedra en cómodos espacios interiores modernos. El lujo y la calidad de sus instalaciones crean un ambiente incomparable. Doble con desayuno desde 135 euros. |