Novedades Madrid

Las mesas que nos llevan

Autor: Ana Marcos
Fecha Publicación Revista: 01 de junio de 2016
Fecha Publicación Web: 13 de junio de 2016
Revista nº 482

La apertura del nuevo restaurante A’ Barra (Pinar, 15) es la campanada de esta primavera. Por lo que fue, por lo que será. Enclavado en el antiguo Bodegón –que tantas sibariticas alegrías brindó–, es la nueva apuesta del Grupo Álbora, con José Gómez (Jamones Joselito) como cabeza visible. 

El cocinero, Juan Antonio Medina, sólo ha tenido que doblar la esquina hasta su nuevo lugar de trabajo: fue chef de Zalacaín durante largos años. Unos se van y otros llegan. Alta cocina clásica de novedosas técnicas. Espacios para degustarla no faltan: barra gastronómica para 22 comensales; barra Joselito: champagnes, jereces, jamones de José Gómez… y un restaurante a la carta con varios privados. El eficaz sumiller Valerio Carrera se enfrenta a más 700 referencias nacionales e internacionales de la bodega.

Y una primicia: Paco Quirós, empresario cántabro (Cañadío) repite jugada y abrirá La Primera (Gran Vía, 1) –donde estuvo el Gula-Gula–, con interiorismo de Sandra Tarruella. Su cuarto local en Madrid se inaugurará en octubre.

Eco y made in Spain

¿Alguien dijo “orgánico”? Sus seguidores crecen en progresión geométrica ante la alternativa de alimentarse con “ensaladas” variadas de conservantes, colorantes o productos químicos a la carta que nos brinda la actual industria alimentaria. El restaurante Nest (Av. del General Perón, 38 - AZCA) representa lo meridianamente opuesto.

Alimentos sostenibles, vinos naturales –todo siempre con certificado–, y a buenos precios. Pero además, una sobresaliente cocina casera en un entorno cool, abierto ininterrumpidamente. “¿Por qué no devolver a la ciudad los aires y privilegios del campo?”, se preguntó Juan Vila, fundador-vicepresidente de Meta 4 y de la prestigiosa bodega Aalto. Dicho y hecho: deliciosas albóndigas, tortilla de patatas individuales finas y sabrosas, increíbles huevos fritos o buñuelos de bacalao, cordero en su jugo... Comer de todo, y todo bueno. Sin trampa ni cartón.

En su línea de cocina tradicional, el mítico Ox’s (Juan Ramón Jiménez, 11) se estrena esta primavera con nuevo pabellón acristalado y aclimatado, en su jardín trasero. La culinaria navarra manda en este bonito entorno verde, tanto en sus irresistibles pinchos, como en la carta convencional, que funciona en horas de cocina en la terraza.

Ensaladilla rusa de langostinos, pudding de pescado, croquetas de jamón, chistorra, tortilla de bacalao con ajetes y patatas y hasta un arroz caldoso a base de pescado, langostinos y almejas… y deliciosas carnes o pescados. Imprescindible su menestra de temporada y la merluza (auténtica, de las de verdad). Todo con un ajustado precio medio de 45- 50 €. Un lugar también ideal para, simplemente, tomar una copa.

El “Made in Spain” está de moda. ¡Al fin! Una buena demostración es La Cornada (Paseo de la Castellana, 89), un moderno asador que reivindica las carnes españolas hechas a la parrilla de carbón vegetal. Un local gracioso e informal para degustar rubia gallega y avileña- negra ibérica, de ganadería propia y en distintos cortes. Como acompañamiento, deliciosos pimientos de Lodosa o morcilla de Llodio… todo, hasta la sal, con sello hispano. También guisos del día. ¡Bien por ellos! Porque valorar lo nuestro no es pecado…  

Gente guapa, chic-elegante

Novecientos m² de restaurante con varios ambientes en pleno barrio de Chamberí. Perrachica (Eloy Gonzalo, 10), perteneciente al Grupo Larrumba (Pipa& Co, Marieta, Frida y Juanita Cruz), sigue la estela de sus anteriores locales: un lugar informal de cuidada decoración y cocina viajera en un nuevo lugar de reunión para gente guapa.

Pastas, hamburguesas, pizzas, ensaladas… y postres resultones con ajustados precios. Sin miras gastronómicas medianamente elevadas, está abierto ininterrumpidamente y sábados y domingos ofrecen brunch a la carta. 

La nueva barra de El Gordo (Velázquez, 80) es un derroche. El paraíso de los pinchos y tapas gourmets (más de 100 a elegir), para degustar en banqueta o mesas altas. Tomates de Carabaña, espárragos de Navarra, buey gallego… No faltan las gildas, empanadillas caseras u otras opciones más creativas. Un lujo que traslada a los mejores bares de “lo viejo” en Donosti, aunque en un entorno chic- elegante.

De vanguardias y sofisticación sabe mucho Ramon Freixa, que lanza su “Short Menú”, una oferta de alta cocina al increíble precio de 53 € (sin bebidas y sólo al mediodía entre semana). Maravillosa oportunidad para disfrutar de la nueva vajilla de Lacroix o descubrir los retoques decorativos del comedor. Ramon Freixa Madrid (Claudio Coello,67. Hotel Único) es un reducto sibarita donde descubrir que el chef ha dicho adiós a sus platos-secuencia para centrarse en una declinación única. Delicados y abundantes snacks, un plato principal y postre. Una delicia asequible. Y  brunch (49,50 €) los domingos, en su bonito jardín interior. Todo un lujo.

Cocina viajera versus esencia cañí

Ataclub (Velázquez, 150) abrió sus puertas hace ya tiempo, pero no lograba arrancar. Recientemente se ha incorporado el chef César Rodríguez, formado con Abraham García, lo que ha supuesto radicales cambios. Un local moderno y fresco en tonos blancos que ahora estrena nueva carta creativa y viajera: pan chino relleno de cochinita pibil, crujiente de changurro sobre curry… Pura fusión en un local en El Viso en el que las cenas de fin de semana se amenizan con música en vivo y jam sessions.

Más conocido como “El” Bocaíto (Libertad, 5), es uno de los restaurantes que ha escrito la historia gastronómica del Madrid más cañí. Muy buena barra y restaurante tradicional, lo típico por estos lares. Les hicieron famosos sus mejimechas (tigres) antes de que se pusieran de moda, la tosta de berberechos con alioli, la de anchoas con aguacate… pero también sus platos de cocina casera, como los callos, el cocido o las chuletitas de cordero. La familia Bravo sigue al frente ya en tercera generación y ahora celebran su medio siglo con el “Menú Aniversario” (35 euros), con sus platos de cocina casera y aperitivos más representativos. El Madrid más auténtico a la mesa.

Madrid, un inmenso mercado 

Afortunadamente los mercados madrileños no murieron: se rehabilitaron, ganando encanto y limpieza… y esperemos que no se desvirtúen en una vorágine de modernidades. En el de Chamberí (Alonso Cano, 10) se ha inaugurado “La Chispería”, donde conviven propuestas castizas e internacionales: de las frituras gaditanas o el vermú de grifo al sanguche peruano, en seis divertidos puestos.

Vanguardias y tendencias varias aparte, esta ciudad no pierde su sana tradición tabernaria. Senén Alcalde y Sergio Rayo, ambos con extenso bagaje anterior, inauguran Ciro (Fernando el Santo, 4), una taberna auténtica, aunque en clave actual. Encurtidos caseros, embutidos propios, vinos de pequeños productores… Su especialidad es el bacalao Ciro (pil pil de fórmula familiar y secreta), además de la tortilla de patatas o las croquetas. Un exquisito revival en el siglo XXI.

Los hoteles NH siguen insistiendo en su apuesta gastronómica. En su Palacio de Tepa –enclavado en el barrio de Las Letras–, el chef Jesús Almagro inaugura Canseco y Mesteño (San Sebastián, 2). Zona de barra y restaurante gastronómico para una cocina de temporada con dosis de audacia y depurada técnica. De las tapas (ensaladilla, mazorca de foie-gras) al jarrete lacado o verdinas con bacalao y pasas.

Otros imprescindibles  

Pasarse por Tablafina (Paseo del Prado, 48), otra iniciativa de NH Group que en su hotel Nacional propone una divertida carta de tapas, quesos, embutidos y conservas; todo avalado por Abel Valverde y David Robledo, ambos de Santceloni. Probar el delicioso brunch dominical de Tatel (Pº de la Castellana, 36-38) con música en directo, gente guapa y una nutrida oferta gastronómica. Pasar por Casa Ruiz Granel (Andrés Mellado, 46) y admirarse de su inmensa variedad de harinas, cereales, especias, sales, pastas… todo al peso, a la antigua usanza. O conocer Kasanova (Alcalde Sainz de Baranda, 44), cocina italiana y el paraíso de libaciones varias: cócteles, 30 champagnes por copas y una carta con 900 referencias de destilados. Un derroche.