Bodega del mes
Áureo de Avelino Vegas 2016
Fecha Publicación Revista: 01 de abril de 2019
Fecha Publicación Web: 13 de mayo de 2019

La primera bodega fue fundada en 1950 en la localidad segoviana de Santiuste de Bautista por Avelino Vegas a la que el patriarca de la familia bautizó con su nombre. La empresa dispone ya de dos bodegas consolidadas, la pionera dentro de la DO Rueda y en la DO Ribera del Duero la que se encuentra en el municipio burgalés de Fuentespina.
El nuevo proyecto de Avelino Vegas está localizado en la carretera de Peñafiel a Pesquera de Duero (Valladolid); se trata de una pequeña bodega-boutique con una capacidad de elaboración de 80.000 botellas.
El corazón de la bodega
El aspecto exterior es un gran cubo de hormigón y cristal dividido en dos grandes plantas –la baja para la elaboración– y la primera para el restaurante que se volverá a abrir al público en la primavera-verano de 2019. Una espectacular terraza, desde la que se contempla toda la extensión de viñedos de Pesquera, remata el edificio.
Ocho depósitos troncocónicos invertidos (10.000 l de capacidad), 4 huevos de hormigón (2.000 l), 5 barricas de fermentación (500 l), 70 barricas de roble francés para la fermentación maloláctica y otras 130 para la crianza, son el continente adecuado para la elaboración de los dos únicos vinos de alta gama: Avelino Vegas 100 Aniversario (13.336 botellas de la cosecha 2016) y Avelino Vegas Áureo, el vino seleccionado del mes, del que salieron al mercado únicamente 31.248 botellas del mismo año.
El alma del vino
Las viñas primero y el conocimiento de las personas que trabajan los viñedos y sus frutos, componen el alma de los vinos. Para elaborar Avelino Vegas Áureo se seleccionaron cuatro parajes singulares todos plantados en suelos calizo-arenosos. La Aguilera, con viñedos centenarios, los que tienen rendimientos más bajos (apenas 2.500 kg/ha) ubicada en Tubilla del Lago; la finca Quemada, con una altitud de 900 m, y Campillo de Aranda, una viña plantada en ladera de más de 30 años y poco rendimiento.
La cosecha 2016 tuvo mucho volumen –el mayor hasta la fecha– lo que hizo que la poda radical fuera excelente porque se preservó la viña de una superproducción que hubiera afectado a la calidad. Ese año en concreto llegaron a eliminar casi un 70% de la uva. Por otra parte, las ya conocidas características climatológicas de Ribera del Duero, con largos y fríos inviernos y temperaturas altas en verano, con un salto térmico entre el día 30-35º) y la noche (12-16º), favorecieron el correcto desarrollo de la uva y su perfecta maduración. La vendimia, siempre manual, no supera los 10.000 kilos al día. Las uvas, que pasan una noche en la cámara frigorífica a unos 4º, se seleccionan después, también manualmente, racimo a racimo.
Una gran familia vitivinícola
“Mi padre era un hombre sencillo y campechano. Los trabajadores de la bodega, que han ido incorporando sus respectivas familias al equipo, son parte de esa segunda familia. Entre todos formamos un gran equipo, tal como él lo creó y como le gustaría que continuara”.
La tercera generación ya se ha incorporado a la empresa familiar. La nieta del fundador, Cristina Vegas, es la responsable de la dirección enológica; licenciada en Biotecnología y diplomada en Enología, mantiene además la asesoría de varias bodegas de Burdeos. Maribel García Vegas, ingeniero agrónomo, es consejera delegada de la bodega y José Manuel Corrales el director técnico. “Áureo es un vino singular –declara Cristina Vegas– que ya se aprecia por la elección de su imagen.
Una botella original, la etiqueta de terciopelo, la cápsula.... Todo acorde a lo que queremos transmitir con su nombre. Áureo es el número de la proporción perfecta. Un vino que quiere acercase a esa perfección en matices, aromas y elegancia”.
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