María Li Bao
La gran dama de la cocina asiática
Autor: Ana Marcos
Autor Imágenes: Grupo China Crown
Fecha Publicación Revista: 01 de septiembre de 2024
Fecha Publicación Web: 01 de septiembre de 2024

María Li Bao llegó a nuestro país con 10 años y desde pequeña vivió la restauración por el oficio de sus padres procedentes de Zhejiang, en el sur de China. Primero en Aranjuez y más tarde en Madrid, la vocación hostelera surgió y marcó su vida. Conocida hoy en día como “La gran dama de la cocina asiática”, desgrana su rica trayectoria y esas vivencias que la hacen única como empresaria.
Mientras su hermano Felipe se especializó en cocina, es Li Bao quien se hace cargo de la parte financiera de su empresa, que ha experimentado una de las más potentes expansiones de los últimos años en nuestro país. Y siguen manteniendo un restaurante chino en Shanghai de 2.000 m2.
¿Estabas predestinada a dedicarte a la hostelería?
Vengo de una familia propietaria de restaurantes y de pequeña, como en muchos casos, echaba una mano después del colegio. Aunque somos cinco hermanos, a Felipe y a mí desde siempre nos gustaba muchísimo el mundo de la restauración. En mi caso ha sido un tema plenamente vocacional, éste es un trabajo que quema mucho y, si no te gusta, tiendes a abandonar.
Tus padres no dudaron en emigrar. ¿Por qué España?
Para los habitantes de Zhejiang, España era uno de sus destinos preferidos. Allí son como antiguamente los gallegos en España, personas emprendedoras, atrevidas, que emigran para mejorar su vida. Por otra parte, es la zona más moderna de China, está muy cerca de Shanghai y la gente es muy comercian-te. Mis padres pusieron un restaurante en Aranjuez y, ya con 18 años yo, vinimos a Madrid para inaugurar un restaurante en Chamartín llamado Fulitu. Fue un gran éxito y actualmente sigue abierto, gestionado por mi hermana.
El primer China Crown fue la semilla de vuestro Grupo actual.
Ese lo inauguraron mis padres, estaba en la calle Infanta Mercedes y fue el origen de todo. Aquí ya teníamos claro que no queríamos ser “el chino del barrio”, sino algo más. Un gran paso para empezar que fue fruto de nuestros viajes a Londres, Nueva York… ver, aprender… y así nos lo reconocieron los madrileños en nuestros principios. Y siempre hemos sido así, fuimos a Hong Kong para conocer cómo se hacen los auténticos dim sum o a Nueva York a ver distintos tipos de restaurantes asiáticos. Investigar y recorrer el mundo ha sido una constante en nuestra trayectoria.
Hay una fecha clave que marca la ampliación del Grupo.
La expansión realmente fuerte que hemos hecho ha sido desde 2019 hasta ahora, después de viajar con mi hermano Felipe a Beijing, Singapur y Shanghai buscando los orígenes de la cocina china. Desde el 2020 hemos marcado el mercado de cocina china cantonesa e imperial como fine dinning en España y hemos sido nosotros porque dimos el paso. Somos afortunados, todos los cocineros que vienen de Asia a España contactan con nosotros, incluso un hotel súper top de Asia quiere que vayamos allí con nuestro restaurante Bao Li y estamos emocionados.
Ya hacíais Cocina Imperial cuando era prácticamente una desconocida absoluta en Madrid. ¿Cuáles son sus características?
El primer China Crown se inauguró en 1981, ¡casi cincuenta años!, y en 2019 decidimos abrir en el barrio de Salamanca. Después de ese viaje tan inspirador queríamos lo mejor para el nuevo local e inauguramos ya con una carta de Cocina Imperial. Es más refinada, con técnicas milenarias y, de las ocho co-cinas distintas de China, escoge platos concretos de cada una de ellas.
Si hablamos de tu hermano Felipe, no es fácil llevar la cocina de tantos restauran-tes y, a la vez, de distintos conceptos.
A él no le gustaba estudiar y decidió quedarse en China unos seis años. Sin embargo, allí fue cuando descubrió su vocación y decidió hacer la carrera, de cuatro años, en la Escuela Culinaria de Sichuan; más tarde haría distintos stages en los mejores restaurantes de Hong Kong.
Apostasteis todo por España y, más concretamente, por Madrid.
Era un buen momento, le vimos futuro a hacer algo diferente más allá de los rollitos o el arroz tres delicias, que están muy buenos, pero queríamos algo más. Y vimos que había un mercado grande para recibir y comprender esa cocina de alto standing que queríamos.
Con veinte restaurantes y cinco conceptos distintos… no es una tarea fácil de crear y coordinar.
Después de China Crown llegó Bao Li de alta cocina cantonesa y buque insignia del Grupo, hace un año. Más tarde abrimos Lelong Asian Club, un maravilloso restaurante oriental con cocina china, tailandesa y japonesa del que estamos muy contentos, como restaurante y porque se ha convertido en el espacio de eventos de lujo más reconocido actualmente con presentaciones de firmas como Hermés, Hennessy... Y en nuestra empresa no podemos olvidar Shanghai Mama, de cocina china más familiar.
Incluso habéis optado por incluir Japón como uno de vuestros conceptos y con Indochina, vuestro último restaurante, habéis revolucionado el mercado.
Tottori es japonés puro, estamos en Alicante y el último que hemos abierto está en La Finca Grand Café, donde hemos inaugurado también Indochina, un estilo muy rompedor en el que se aúnan la cocina oriental con carne a la brasa. Es una revolución total porque no existe nada parecido y ha tenido muchísimo éxito. Pato laqueado y, en la misma mesa, un chuletón. Lo nunca visto.
¿Qué te ha parecido la evolución gastronómica de Madrid en estos últimos tiempos?
En Madrid siempre me he sentido en casa, soy muy china, pero también muy madrileña. Para mí las dos cocinas mejores del mundo son la china y la española. Creo que de hace cinco años a ahora Madrid se ha internacionalizado con más oferta de alta hotelería y de restaurantes. ¿Y qué mejor argumento que la gastronomía para que la gente venga a España? Tenemos todo aquí y pienso que esta ciudad es actualmente el centro gastronómico de Europa, lo que me hace sentir muy orgullosa porque Madrid es mi casa y España mi país.