Para distinguir esta variedad tenemos que descubrir un racimo pequeño y muy prieto, de color azul negruzco, con una pulpa dura, de mucho potencial en taninos que junto con la piel nos da mucho color, un sabor elegante, goloso, largo e intenso y un aroma a fruta roja, frambuesa, grosella o mora, con notas minerales y toques tostados. Para la elaboración de este vino hemos utilizado el método tradicional, selección de la mejor uva racimo a racimo, fermentación y reposo de no menos de seis meses en barrica de roble antes de embotellar y nuevamente reposo en botella de no menos de doce meses antes de su comercialización.