¿Qué tendrá el cacao que gusta tanto? Nuestras tejas dulces de almendra con cacao llevan cacao puro en polvo, sin un extra de azúcar para contrarrestar su amargor. Así que si eres de los de chocolate negro esta teja te va a gustar. Al principio te puede parecer que no tiene nada de especial, pero después te darás cuenta de que no te has comido sólo una. Ni dos. Ni tres. Ponle un poco de aguacate por encima y unas escamas de sal y no querrás comer otra cosa en muuuucho tiempo.
Presentadas en latas ilustradas por Lola hija, la nieta de Francisca. Tres modelos diferentes.
Lo que de verdad hace a nuestras tejas dulces diferentes es el mimo y el cariño con que las elaboramos porque, como dice mamá Lola: “la cocina es amor”.
Somos Tejas Dulces de Sevilla. Detrás de esta marca se esconde la historia de una familia que ha apostado fuerte por hacer realidad un sueño: llevar las deliciosas tejas dulces que hacía nuestra abuela Francisca a cuantas más bocas mejor.
Las Tejas Dulces de Sevilla son unas delicadas pastas, crujientes y dulces, hechas al horno. De forma más o menos circular y planas, miden poco menos de 5 cm. de diámetro y son finas. Finísimas (¡apenas 3 gramos cada teja!). Esto las hace muy delicadas. Tanto que hay que manipularlas con cuidado para que no se rompan.
Nuestro deseo es que, estés donde estés, puedas disfrutar de este manjar de abuela que encierra el secreto de generaciones de cariñosas manos deseosas de elaborar los mejores dulces para sus seres queridos.
Hoy seguimos haciendo las Tejas Dulces de Sevilla a mano, una a una, tal y como la abuela Francisca nos enseñó, siguiendo su receta original y poniendo todo el cariño en su elaboración porque, según ella, es la única manera de que salgan así de ricas.