El aceite de Mallorca es un aceite de oliva virgen extra obtenido del fruto del olivo, mediante procedimientos físicos que garantizan que el aceite conserve todas las propiedades organolépticas de la oliva.
La producción de oliva en Mallorca es reducida debido a las características geoclimáticas de la isla (los suelos, la orografía accidentada, las precipitaciones irregulares y la elevada edad de los olivos mallorquines), que la hacen apta para la elaboración de un aceite de calidad.
Todos estos factores, junto con las variedades de oliva presentes en Mallorca (mallorquina, empeltre, picual i arbequina), dan como resultado aceites diferenciados: de tipo dulce si se obtienen de olivas maduras (sabor suave), o bien de tipo afrutado, cuando se obtienen a partir de olivas verdes (sabores amargo y picante).
El cultivo del olivo y la producción y consumo de aceite de oliva tienen una gran tradición en la isla de Mallorca.