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La flor de los monjes
Fecha Publicación Web: 19 de junio de 2016

El Tête de Moine AOP es famoso tanto por su inigualable aroma como por su corte con forma de flor, convirtiéndole en uno de los protagonistas de cualquier tabla de quesos. Su exclusividad se debe a que sólo se elabora en 10 queserías de Suiza, siendo uno de los más preciados tesoros gastronómicos del país helvético y un imprescindible en los aperitivos.
Su origen se remonta al siglo XII cuando los monjes del monasterio de Bellelay lo empleaban para pagar sus tributos. De ahí su nombre, que significa “cabeza de monje”, ya que una vez abierto recuerda a sus peculiares coronillas.
No fue hasta 1982 cuando el ingenio Nicolas Crevoisier inventó la girolle, un innovador instrumento que permitía cortar el queso en forma de flor, revolucionando el mercado e incrementando considerablemente las ventas del producto.
Se caracteriza por un intenso sabor, con notas saladas, y aroma único, que se consiguen gracias a la cuidada alimentación que llevan sus vacas, a base de hierbas y flores, en los pastos de las zonas de montaña de Franches Montagnes, Porrentruy, Moutier y Courtelary.
Para elaborar el Tête de Moine AOP se necesitan aproximadamente entre 8 y 11 litros de leche y de 3 a 4 meses de maduración - 8 meses para un reserva – para conseguir entre 700 gramos y 2 kilos.