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Artículo de la bodega -

MONT-FERRANT GRAN CUVÉE BRUT RESERVA. La elegancia de un pionero. En Blanes, Girona, Mont-Ferrant elabora cava desde 1865. 145 años después siguen apostando por la elegancia y la fineza, produciendo cavas únicos como Mont-Ferrant Gran Cuvée Brut Reserva, el aliado perfecto para que las celebraciones que se aproximan se conviertan en un acontecimiento único. ¡Felices fiestas!

Agustí Vilaret, fundador de Cavas Mont-Ferrant, nació en la localidad gerundense de Blanes, en 1820, pero con 15 años decidió probar fortuna y se enroló en un barco con dirección a Las Antillas. Treinta años después regresaba a su tierra natal convertido en un próspero hombre de negocios. Lejos de vivir de las rentas como hacían muchos de los “indianos”, invirtió sus ahorros y su ilusión en una empresa singular en esos tiempos: elaborar champagne. Para ello, adquirió la finca Mas Ferrant en el propio Blanes, situada en el monte Sant Joan; una tierra de viñedos y vino desde tiempos inmemoriales. Mont-Ferrant, como llamó a la bodega, surgió de la combinación de ambos nombres.

Vilaret repobló con viñedos los alrededores de la masía y construyó junto a ella las nuevas instalaciones de la bodega. Para su formación contó con la ayuda y el asesoramiento de Luis Justo Villanueva, jefe del laboratorio químico del Instituto Agrícola San Isidro convertido en mentor enológico de las dos primeras generaciones de elaboradores de champagne catalanes.
 
1872 se convirtió en un año clave en la historia de Mont-Ferrant y supuso el bautizo de Vilaret como champanero. Su participación en el Concurso-Exposición de Barcelona, organizado por el Instituto Agrícola –en el que presentó varios de sus espumosos y maquinaria para la vinificación– ha permitido demostrar con documentación de la época que la bodega es el elaborador más antiguo de los que han llegado hasta la actualidad.
 
Cambio de manos
 
En 1910, la bodega se vendió a la familia Fortuny de Barcelona, que se dedicaban a la comercialización de productos gourmets. Ellos continuaron con la misma línea de elaboración de cavas, pero incrementaron considerablemente su difusión, aumentando los puntos de venta tanto nacionales como de exportación.
En 1969 la empresa se disolvió y Cavas Mont-Ferrant pasó a manos de la familia Carulla, actual propietaria de la marca, la bodega y las instalaciones.
 
En su dilatada trayectoria, Mont-Ferrant se ha mantenido fiel a los principios de rigor y de calidad trazados por Vilaret, que tuvieron continuidad en los enólogos posteriores como Henri Demissy o Émile Deplasse. Mención a parte merece Rodolphe Bourlon, que ejerció su magisterio en la empresa durante más de treinta años en compañía de su esposa, Berta Bouzy, a la que la bodega –por su aportación humana y profesional– ha homenajeado dedicándole un cava que lleva su nombre.
 
Una elaboración tradicional
 
Mont-Ferrant no tiene viñedos propios. Las variedades que utiliza –macabeo, parellada, xarel.lo, y chardonnay–, proceden de viñedos localizados en Guardiola de Fontrubí, Vilafranca del Penedès y Sant Sadurní de Noia. 
 
Mont-Ferrant Gran Cuvée Brut Reserva está elaborado con un 47% xarel.lo, un 26% de macabeo, un  22% parellada y un leve toque (5%) de chardonnay. Se elabora siguiendo el método tradicional, anteriormente llamado champenoise.  
La bodega no produce los vinos base –algo muy común entre los elaboradores de cava– pero se asegura que mantenga la regularidad añada tras añada. En el caso de Mont-Ferrant Gran Cuvée Brut Reserva se trata de una selección de los mejores vinos base de la vendimia de 2007, lo que le permite conseguir tras su envejecimiento, un notable equilibrio.
 
Una vez realizado el coupage de las diferentes variedades de vinos base, se incorpora el licor de tiraje, una disolución de azúcar y levaduras, adquiridas por 
la bodega en el Instituto Enológico de Champagne. Al introducirlo en las botellas y mezclarlo con el vino base, las levaduras comienzan a actuar con el azúcar, produciendo el anhídrido carbónico. O lo que es lo mismo, las populares burbujas. Este carbónico, completamente natural, deja una burbuja fina y elegante, una de las características del Mont-Ferrant Gran Cuvée Brut Reserva
 
Las cavas
 
En la bodega disponen de tres niveles subterráneos en los que reposan sus diferentes vinos. La cava alta, la mayor de las tres, ocupa dos pisos, excavados a principios de los ochenta. Está destinada a los cavas jóvenes, que necesitan una estancia en botella que no supera el año y medio. En el segundo nivel se encuentra la cava honda, que data de los años treinta. En ella descansan los cavas con una crianza superior a los dos años y medio. Por fin, en la cava antigua –la primera que se construyó de estas características en Cataluña– alberga los cavas que necesitan un reposo en botella entre el año y medio y los dos años y medio. En ella, permanece en la oscuridad, Mont-Ferrant Gran Cuvée Brut Reserva durante 18 meses. Primero colocado en “rima”: unas botellas sobre otras en posición horizontal.?Después en “pupitre”, fase que en la bodega realizan con una gigantesca peonza manual, con capacidad para 255 botellas, que realizan una serie de movimientos cada 12 horas durante 20 ó 25 días. La última semana, en posición completamente vertical, para que las lías se concentren sobre el tapón, dejando el resto del cava limpio y brillante. Con el degüelle –que elimina impurezas y coloca el tapón de corcho definitivo– se incorpora el licor de expedición que en Mont-Ferrant se trata de un vino elaborado con las mismas variedades que han participado en este cava memorable.
 
El resultado, un Reserva lleno de personalidad, el compañero perfecto para celebrar estas fiestas que se avecinan y brindar por un prometedor 2011. ¡Salud!