En 1972 un grupo de emprendedores apasionados de La Rioja adquirió 22 parcelas en un enclave singular, el pie de un recodo del río Ebro, en el límite natural de Rioja Alta y Rioja Alavesa, al abrigo de la sierra de Cantabria, que favorece un microclima en cada una de ellas. Las aglutinaron y así nació LAN, la base de estas bodegas cuyo nombre son las iniciales de las tres provincias que conforman la DOCa; Logroño (actualmente La Rioja), Álava y Navarra.
El abrazo del Ebro
Gracias a su peculiar ubicación alrededor de un meandro es una tierra única no sólo para el cultivo de la vid, sino también para la coexistencia de multitud de aves, mamíferos, reptiles, anfibios y variedades de flora de ribera. Sus cepas, de hasta 60 años de edad de tempranillo, mazuelo, graciano y garnacha tinta, hunden profundamente las raíces en busca de nutrientes para poder sobrevivir en este antiguo lecho del río repleto de cantos rodados. Un esfuerzo de la naturaleza que se refleja en la personalidad de las uvas, a las que aporta matices minerales. Por eso la sostenibilidad en la manera de gestionar los viñedos siempre ha sido fundamental para estos viticultores, que buscan no sólo preservarlos en las condiciones adecuadas sino también generar un impacto positivo en la biodiversidad y minimizar la huella ambiental. Para ello se basan en la mínima intervención, sin herbicidas y con un sistema de labranza tradicional de pequeños aperos, y además, si es necesario, se enriquece el suelo para compensar la extracción de nutrientes, con abono orgánico y los restos de poda de la propia finca.
Barricas en pirámides
La bodega, ubicada en el tradicional municipio de Fuenmayor y rodeada por jardines, cuenta con instalaciones modernas que se pueden disfrutar gracias al proyecto enoturístico que se puso en marcha en 2019. Uno de los mayores atractivos es la actual sala de barricas, construida en 1998; una nave de crianza con un sistema único, totalmente automatizado, de apilado, trasiega y climatización, que permite trabajar con un amplio abanico de tipos de roble; francés, americano, ruso, húngaro, español y mixto –duelas de roble americano y fondos de roble francés– con diferentes tipos de tostado, que se renuevan periódicamente. Aquí se cría cada variedad por separado de manera personalizada; para ello, se forman pirámides de barricas según la parcela de las que proceden con el fin de extraer su máximo potencial, proceso que comienza en la vendimia manual, con doble selección de racimo y grano, y control de maduración en cada parcela con posterior cata de uva con el fin de determinar el momento propicio para iniciar la vendimia en cada zona.
El secreto mejor guardado
LAN Privado reserva es fruto de una selección de tempranillo, graciano y mazuelo procedentes de viñedos de más de 30 años recogidas manualmente. Las variedades fermentaron por separado en depósitos de acero inoxidable, con control de temperatura, mientras que la maceración fue de 8 días durante los cuales se realizan remontados para favorecer el contacto del mosto con los hollejos y provocar una lenta y natural extracción de aromas y polifenoles. La crianza tuvo lugar durante 20 meses en barricas de grano extrafino de roble francés y americano seguidas de un afinado en botella durante 22 meses. En palabras de los propios viticultores, es un reserva de corte moderno, armónico y voluminoso, “un guiño al paso del tiempo, y una oportunidad para que nuestros amigos del Club Vinos Gourmets puedan disfrutar de un vino en exclusiva, nacido de un rincón recóndito de nuestra bodega”.