Caballos, vacas, ovejas, gallinas, halcones, ocas, burros y pavos reales son la clave para que el ciclo biodinámico en que se basa la producción de Gramona sea redondo, pues de ellos se obtienen los elementos necesarios para la elaboración de los preparados y el compost que alimentan las viñas circundantes. También juegan un papel importante las plantas medicinales producidas en su propio huerto: ortiga, milenrama, diente de león y manzanilla, entre otras, contribuyen a la singular personalidad del suelo. Otro factor fundamental es la labranza con caballo de 22 ha de viñedos, lo que evita compactar la tierra y favorece el drenaje del agua, la proliferación de las raíces y su capacidad para llegar a la roca madre. El desarrollo de este tipo de agricultura produce un paisaje equilibrado y vivo, que influye de manera definitiva en la calidad de la uva.
5 generaciones
Según ellos mismos afirman: “esta forma de labrar nos obliga a estar más en contacto con la tierra, aproximándonos, sintiéndola, oliéndola y observándola; permitiéndonos, en todo momento, estar atentos a lo que en ella sucede”. La unión con la tierra es el sello de identidad de esta familia desde hace cinco generaciones, cuando en 1881 Pau Batlle fundó el Celler Batlle comprando los viñedos donde Josep Batlle, su padre, había trabajado como bodeguero y agricultor. La hija de Pau Batlle se casó con Bartomeu Gramona, y juntos fundaron la bodega actual en 1921, allí continúan elaborando los espumosos de larga crianza con el método tradicional de manera artesana, siguiendo el mismo proceso y utilizando los mismos espacios que hace 100 años. Actualmente dirigen la bodega Jaume y Xavier Gramona, un equipo perfecto empeñado en perpetuar la excelencia de los espumosos del Penedés.
Mucho más verde
Dos terceras partes de El Celler Batlle, construido en 2001 en medio de los viñedos de Gramona, están bajo tierra, esta arquitectura bioclimática permite disminuir los impactos medioambientales, y, además, contribuye a reducir el consumo de energía. Con el fin de que el equilibrio con la naturaleza sea perfecto, se incorporó una depuradora para el tratamiento de aguas residuales y su reutilización, además de energías renovables como la geotermia y la solar fotovoltaica. De esta manera, Gramona ha obtenido el registro Europeo EMAS, concedido por primera vez a una bodega en España, lo que implica la declaración pública de sus resultados ambientales anuales.
La selección
Las añadas 2015 y 2016 fueron catalogadas como Excelente y Muy Buena en el Penedès, ambos años destacan por su escasa pluviometría y la excelente calidad de las uvas que se cosecharon. Así, a partir de una uva 100% ecológica recolectada a mano y vinificada íntegramente en la propiedad se consiguió que la añada 2015 de Gramona Imperial, uno de los vinos más icónicos de la bodega, destacara de manera especial. Los mostos de las cuatro variedades que componen Imperial se vinifican por separado, en depósitos de acero inoxidable para posteriormente realizar el ensamblaje en botella y añadir las levaduras lo que da comienzo
a la segunda fermentación que dura
una media de cinco años hasta que por fin
se incorpora el peculiar licor de expedición:
un vino proveniente de las soleras centenarias
de la familia. El proceso de La Cuvée
es similar, pero con tres variedades en
lugar de cuatro y menor tiempo de crianza
en rima. De esta manera se consiguen dos
vinos con personalidades muy marcas: La
Cuvée, más fresco y crujiente, e Imperial,
más complejo y versátil.